Las fosas sépticas son sistemas que resultan indispensables en viviendas rurales, parcelas, condominios alejados o sectores que no cuentan con conexión a redes públicas de alcantarillado. Permiten tratar de forma primaria las aguas servidas de manera segura, protegiendo el medioambiente y evitando la contaminación de napas subterráneas. Sin embargo, para que una fosa séptica funcione correctamente durante años, es fundamental realizar una mantención preventiva adecuada. De lo contrario, pueden aparecer problemas como atascos, malos olores, filtraciones e incluso rebalses que generan situaciones incómodas y costosas.
En este artículo, te contaremos las mejores prácticas para el mantenimiento preventivo de fosas sépticas, con el objetivo de evitar emergencias y prolongar la vida útil del sistema.
Muchas personas esperan a que surjan problemas para recién preocuparse por la fosa séptica. Sin embargo, cuando los signos evidentes aparecen – como olores desagradables, drenaje lento o fugas – el sistema ya está colapsado o dañado. Estas situaciones suelen requerir vaciados de urgencia, limpiezas más complejas e incluso la reparación de los sistemas de drenaje, lo que se traduce en costos mucho más altos que realizar un mantenimiento preventivo periódico.
Mantener tu fosa en buen estado te permite:
¿Cada cuánto tiempo se debe vaciar una fosa séptica?
La frecuencia de mantención varía según el tamaño de la fosa, el número de personas en el hogar y los hábitos de uso del agua. En general, se recomienda:
Si en tu hogar son más de 5 personas, o notas que el agua drena más lento de lo habitual, puede que el vaciado deba hacerse con mayor frecuencia.
Un aspecto clave del mantenimiento es tener cuidado con lo que desechamos por el desagüe. Ciertos elementos alteran el equilibrio bacteriano que permite el funcionamiento de la fosa o provocan obstrucciones en las tuberías.
Evita verter:
Reemplaza esos productos por:
✔ Jabones y detergentes biodegradables
✔ Limpiadores sin cloro ni solventes
✔ Desatascadores biológicos o enzimáticos
A pesar del mantenimiento preventivo, es fundamental estar atentos a ciertos signos que alertan sobre un posible problema:
Ante cualquiera de estos síntomas, actúa de inmediato. Retrasar la solución puede provocar un colapso del sistema.
✔ Mayor Durabilidad: Un sistema séptico bien mantenido puede durar más de 25 años sin necesitar reemplazos
✔ Menores Costos a Largo Plazo: Realizar vaciados preventivos y pequeñas inspecciones resulta mucho más barato que una limpieza de emergencia por colapso o la sustitución de la fosa
✔ Evitas Riesgos Sanitarios: Una fosa que rebalsa puede contaminar fuentes de agua cercanas, exponiendo a tu familia y vecinos a enfermedades
✔ Contribución Medioambiental: Prevenir fugas y filtraciones asegura que las aguas tratadas no contaminen el suelo ni las napas subterráneas
Mantener tu fosa séptica en buen estado no solo previene emergencias, sino que también te ahorra dinero a largo plazo. Con inspecciones periódicas, vaciados preventivos y buenas prácticas en el hogar, tu sistema funcionará sin inconvenientes durante décadas.
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